Tarta de Queso Ligera

Receta de Tarta de queso ligera

Como a todos nos gusta endulzar nuestra dieta de vez en cuando, hoy os queremos presentar la receta de una tarta de queso ligera. Con este dulce, podréis disfrutar de un capricho muy sabroso a la par que ligero, además de hacer las delicias de familia y amigos.

Para esta receta utilizaremos ingredientes lo menos pesados posibles, y aunque añadamos algo de azúcar para endulzar nuestro relleno, o una pequeña porción de mantequilla necesaria para la consistencia de la base de nuestra tarta, representará una mínima parte por ración, y que de vez en cuando nos podremos permitir.

Ingredientes (1 tarta para 6-8 raciones)

  • 250 gramos de galletas integrales
  • 50 gr. de mantequilla
  • 500 gr. de queso fresco batido
  • 250 gr. de yogur desnatado
  • 150 ml. de leche evaporada
  • 100 – 150 gr. de azúcar moreno
  • Mermelada de frutas
  • Agua
  • 6 láminas de gelatina (colas de pescado)

Elaboración

Comenzaremos nuestra tarta con la elaboración de la base. Para ello, trituraremos las galletas, dejándolas muy finas con el triturador. Una vez estén trituradas, añadiremos la mantequilla previamente derretida, y mezclaremos bien con las galletas, quedando una masa compacta. Una vez lista, la extenderemos en el molde que vayamos a utilizar para elaborar la tarta. La introduciremos en la nevera una media hora para que se compacte.

Mientras tanto, iremos preparando el relleno de queso. En una cacerola, pondremos el queso fresco batido, el yogur, y la leche evaporada, y a fuego bajo-medio, iremos calentando mientras los ingredientes se van integrando. Una vez los tengamos integrados, añadiremos azúcar en mayor o menor cantidad según gustos e iremos disolviendo. Así mismo, añadiremos 4 láminas de gelatina, que previamente habremos hidratado 2-3 minutos en agua fría, y disolveremos en el conjunto.

Con el relleno listo, cogeremos el molde de la tarta con la base ya cuajada de esta, y verteremos el contenido de la cacerola con mucho cuidado sobre la base. Dejaremos enfriar a temperatura ambiente unos 30 minutos, para posteriormente volver a introducir en la nevera un mínimo de 2 horas para que cuaje todo el relleno correctamente.

Cuando ya tengamos el relleno cuajado, podremos ir preparando la mermelada de frutas elegida para rematar la superficie de la tarta a la vez que decorar. Para ello, tendremos dos opciones, o bien extender la mermelada por la superficie directamente, quedando menos consistente, o bien poniendo en una cacerola el bote de mermelada y medio vaso de agua, calentar sin que llegue a hervir, y añadir dos láminas de gelatina previamente hidratadas. De esta manera, volcando esta mezcla en la superficie de la tarta y volviendo dejar a solidificar en la nevera, tendremos una capa superficie sólida y de corte perfecto.

Así pues, ya tendremos nuestra tarta lista para darnos ese capricho dulce, que también nos llevará de la receta a la meta.

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