Ensalada de alubias con higos y vinagreta de frambuesa

Receta Ensalada de alubias con higos y vinagreta de frambuesa

Si te apetece comer fresquito por el calor, o si necesitas un entrante frío para una comida sana, a la vez que energética para tus sesiones deportivas diarias, pero quieres hacer un plato con una divertida combinación de sabores, no dudes en probar esta ensalada de alubias donde los sabores frutales cobran especial importancia.

Hemos querido partir con una base de alubias, una legumbre de lo más equilibrado nutricionalmente hablando, en la que podemos encontrar una alta cantidad de hidratos de carbono, de proteínas, de fibra, y que además aporta una mínima cantidad de grasa. Por ello, esta legumbre es de lo más equilibrado y como tal, una pequeña joya para la alimentación de un deportista.

Ingredientes (4 personas)

  • Alubias blancas – 1 bote de 400 gr. cocidas o 200 gr. de alubias sin cocer
  • 1 lata de atún
  • Aceitunas negras sin hueso
  • 15 tomates cherry
  • 8 higos negros (no excesivamente maduros)
  • 30 gramos de frambuesas
  • Crema balsámica de Módena
  • Aceite de oliva
  • Sal

Elaboración

Comenzaremos con las alubias; para ello, si hemos elegido la opción de comprarlas cocidas, simplemente abriremos el bote, y tras lavar ligeramente las judías, las reservaremos en un bol. En el caso de cocerlas nosotros, las pondremos en remojo de agua fría unas 12 horas antes. Para cocerlas, pondremos las alubias junto con el agua del remojo, añadiendo algo más si fuera necesario, en una olla, junto con unos dientes de ajo, y encenderemos el fuego. Cuando rompa a hervir, desespumaremos y dejaremos durante 90-120 minutos hasta que estén tiernas. Cuando estén listas, añadiremos sal para terminar.

Y ya con las judías preparadas, sólo nos quedará preparar el resto de ingredientes. Cortaremos en trozos pequeños los tomates cherry, los higos y las aceitunas negras. A esto le añadiremos la lata de atún, y finalmente mezclaremos junto con las judías que teníamos reservadas.

Para terminar, haremos la vinagreta. En un mortero, pondremos las frambuesas y machacaremos para que suelten sus aromas; aquí añadiremos una chorrada de crema blasámica de Módena, aceite de oliva, sal, y damos vueltas integrando.

Finalmente, verteremos sobre la ensalada, mezclaremos y ya podemos servir este plato de sabores con contraste, pero que ante todo nos llevará a la meta de nuestros objetivos.

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